jueves, 21 de julio de 2011

Historia de Nano, antes Gorka

Mi primera perra llegó a casa cuando tan solo era una pequeñaja de cuatro patas alocadas. La compramos, si… la compramos. Mi marido y yo, novios por aquel entonces, éramos muy jóvenes con un sueño en común y ella era nuestra pequeña. Siempre pensé que a un animal se le podía querer de una manera infinita y cuando la tuve en mis brazos por primera vez, supe que para ambos sería uno más de la familia, nuestra bebe y así la cuidamos, como a un hijo y como tal, tuvimos de todo… malas noches, enfermedades, pises y cacas, destrozos en la casa e incluso, aunque parezca increíble, tuvo su adolescencia rebelde en la que parecía responder entre dientes para desobedecer. ¿Parece una locura verdad?, pues guardo todos aquellos recuerdos con un inmenso cariño. Después llegó la madurez y ahí fue cuando todo lo que le habíamos enseñado parecía dar resultado. Nuestra princesa había madurado y era toda una señorita educada de la que nos sentíamos muy orgullosos. 
No llevábamos correa porque nuestra voz era la mejor guía que tenía y precisamente nuestra voz fue lo último que le guió el camino la noche que se marchó. Un susurro entre caricias, un adiós, un te amo vida mía y un espéranos porque iremos a buscarte…. y mi princesa se fue para siempre . Solo quien tiene perro sabe el vacío tan enorme que deja su muerte y esas miles de señales que permanecen en todos los rincones de la casa. Su correa, su comedero, su sitio en el sofá y esa puerta triste que ya no tiene a nadie esperándote cuando se abre. Mi hijo ha crecido a su lado y ella me ayudó a educarle y hacer de él el chaval que es hoy. Un niño con un corazón enorme, , muy responsable y generoso y es que una casa con animales es un hogar donde se aprende a cuidar los unos de los otros, donde se respira amor gratuito y desinteresado, donde una simple caricia tiene un gran significado y donde la lealtad y la fidelidad se siente en el ambiente. Mi hija tan solo tenía cinco meses cuando Dama se marchó y no podrá recordarla, al menos me alegra pensar que ella si conoció a mi hija antes de irse. Supongo que mis hijos son uno de los motivos por los que enseguida quería traer otro perro a casa. Además mi gata la echaba muchísimo de menos y estaba sumida en una tristeza de la que ninguno éramos capaz de sacarla. La decisión estaba tomada, íbamos a ampliar la familia, pero esta vez sería diferente ¿ porque? Por que de todos los años que compartimos juntos, tan solo me eché en cara una cosa  y era haberla comprado. 
Haber pagado por su explotación, por su maltrato en Hungría y costear el viaje en un camino hacía España que casi la lleva a la muerte. Como consecuencia una otitis crónica y claustrofobia que le marcó hasta el último día de su vida. La lección la habíamos aprendido y por eso pensamos en adoptar, porque no se puede pagar el maltrato de quien vas a amar. Además no esperamos mucho tiempo, no podía hacerlo sabiendo que había tantos perros esperando un hogar mientras yo tenía un vacío enorme en el mío.
Yo enseguida me decanté por un adulto. Cierto es que tienen peor salida en las protectoras, porque todo el mundo quiere el tierno cachorrito y pobrecitos, lo merecen, porque no es vida crecer dentro de un albergue, pero egoístamente, prefería un adulto que aprendiera rápido a hacer pis en la calle, que no destrozara jugueteando las cosas de la casa y que se adaptara rápidamente a las normas básicas de convivencia, que para bebé ya tenía a mi hija dándonos guerra. Nos enamoramos de una perrita que había allí, pero mi familia y yo dábamos el perfil para Nano y así fue como llegó a nuestra casa. 

Es todo tan diferente a Dama….. los primeros días incluso parece como si tuvieras  un extraño en casa. Sentíamos pena por el, pero apenas nos dejaba tocarle, era como si hubiera un muro entre el y el resto de la familia que pareciera que nunca se fuera a derribar, pero nada más lejos de la realidad. Puedes encontrar mil folletos donde te digan las ventajas de adoptar un perro adulto, verás frases como que sabrás cual es el carácter del perro, que sabrás su estatura definitiva, que asimilan con más rapidez todo lo que les enseñes, que evitarás destrozos lógicos que hacen los cachorritos… etc.… 
 Y todo eso es verdad y ayuda sin duda a que el nuevo miembro encaje como la pieza de un puzzle en tu vida pero sin duda, la mayor de las ventajas es ver como vas pintando de felicidad su vida, o poder observar como su mirada cambia poco a poco de ser una mirada temerosa a ser una mirada tranquila o poder ver su expresión cuando recibe sus primeras caricias ó el primer abrazo. Cuando te ganas su confianza, todo lo que hace lo hace para ganarse tu admiración y demostrarte que le gusta su nueva vida a tu lado y se que al igual que mi Dama, me ayudará a enseñar un montón de valores y emociones a mis hijos.   

Pero al igual que solo el que tiene perro sabe lo que se puede llegar a amarle, del mismo modo tan solo el que adopta un perro adulto puede entender la emoción de la que estoy hablando. 

La pena que sentíamos por él el primer día, se transformó enseguida en un cariño muy limpio, ya no está aquí por lástima, sino porque queremos tenerle a nuestro lado y le necesitamos, Nano lleva tan solo unos meses con nosotros , pero os aseguro que ya es uno más de la familia.

Indya

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