miércoles, 20 de julio de 2011

Rescate de Gorka, ahora Nano

A Gorka le vieron en un polígono industrial, dos voluntarios se dirigían a dejar una furgoneta que habíamos alquilado cuando le vieron paseando entre las naves.

Como estamos muy mal de la cabeza de cara a las personas que no tienen éste vicio tonto que es el de recoger animales y proporcionales un futuro mejor, no se lo pensaron dos veces y se dirigieron al perro en cuestión para hacerle las preguntas de rigor: 'hola ¿estas solo?'. El perro les miró con indiferencia y no se detuvo en el paseo.

Somos lo que la gente califica de pesados y nosotros calificamos de perseverantes, así que trataron de coger al perrito que decidió poner pies en polvorosa ante esa intromisión en su paseo vespertino.



En este punto llega el momento vergonzoso de someter a todos los trabajadores de la zona al tercer grado, que si conoces a éste perro, que sí sabes si tiene dueño, que sí podrías indicarnos sus rutinas y horarios, decirnos donde duerme y quien le alimenta. Con esos datos dedujimos que Gorka, había sido 'adoptado' hacía unos meses por alguien que lo sacó sin correa, el perro, de naturaleza desconfiado, se escapó y se quedó a vivir en el polígono estableciendo una relación a distancia con las cocineras de un bar cercano. El perro comía mejor que muchos de nosotros, todos los días recibía una generosa ración de las mejores sobras del bar, lo que nos iba a dificultar la tarea de atraparlo, puesto que un perro sin hambre, es un perro que no se arriesga a ser atrapado. Tras hablar con las cocineras conseguimos que a partir de ese día, la dieta fuera prescrita por nosotros, de modo que varios voluntarios hicieron turnos para tratar de atraparlo incluso a horas en que la gente decente, pernocta.



Gracias al tesón de una de nuestras voluntarias y a la restrictiva dieta impuesta, Gorka fué atrapado, cómo era imposible su entrada en ese momento a nuestras instalaciones, Gorka se quedó en una casa de acogida, con dos perras sociables, Tropi y Zopaz. Gorka era un perro bueno, no tiraba la boca, pero tenía una timidez y una desconfianza extremas, asi que hubo que trabajar un poco en su socialización.

Tropi y Zopaz se ganaron su confianza desde el primer instante, y él observaba con sus grandes ojos marrones todas sus reacciones, y empezó a darse cuenta del tipo de relación que éstas perras tenían con las personas con las que trataban, él se dió cuenta que no pasaba nada por dejarse mimar, por subirse al sofá o por dormitar en las cunas que había en el salón, de modo que poco a poco, fué rompiendo sus barreras y empezó a hacer todo ésto.



Primero fué lo de subirse al sofá, él se sentía mucho mejor en compañía de los canes, así que no quería quedarse sólo en el suelo cuando Tropi y Zopaz subían al sofá a ver la tele, empezó tímidamente a intentar subirse, sin hacer ruido, tratando de pasar desapercibido, primero las dos patitas de delante sin dejar de mirarnos de reojo, luego un pequeño salto y luego acomodarse desde un sitio que pudiera controlar a los humanos.

El siguiente paso fué dejarse acariciar tímidamente, primero poquito rato, y al día siguiente mucho más rato, descubrió que era una buena sensación, que no estaba nada mal y que podía relajarse pues eso no dolía nada de nada y era muy placentero.



Después empezó a unirse a las festividades de cuando alguien llega a casa, los saltitos, las miradas amorosas y los movimientos rápidos de rabito que indicaban que era un motivo de alegría cuando alguien venía de la calle.

También entendió que el momento de ponerse el arnés, era un gran momento, era el momento de salir a la calle, de olisquear fuera de casa, de conocer a otros perritos, de estirar un poco las patas...

Y nosotros descubrimos que Gorka, era un perro ideal, se llevaba bien con gatos, paseaba genial, ni un tirón de correa, se portaba muy bien en casa, era muy limpito. Estaba listo y procedimos a buscarle una familia a quien socializar, ya era un perro prepado para socializar humanos!


1 comentario:

  1. Publico comentario de su mami, que no le sale!

    ''Ayyyyyyy mi xico ¡ que poco queda de ese Gorka que llegó a casa. Tenía miedo de todo y de todos,a mi gata no le quitaba ojo,mantenía las distancias con nosotros, sobre todo con mis hijos y ahora...es un peluche faldero sobón. Pánico era lo que tenía a los barrenderos y no entiendo como habiendo sido cuidado en un bar , cuando nos sentábamos en una terraza líaba la de Dios. Ahora ya han quedado atrás muchos miedos y ya no es el 'pitufo gruñón' de los primeros días, aunque su desconfianza con los ' nuevos humanos' aún la mantiene, pero bueno, eso nos pasa a más de uno jjejej. Lo que ya no hace tan bien es pasear con la correa, desde que ha probado la libertad en los paseos , no le mola demasiado ir agarrado, pero en ciertos tramos tiene que ser así para evitar peligros. El primer día que paseo sin correa fue muy emocionante. Hay un frase que dice ' Si amas a alguien déjale libre, si vuelve siempre fue tuyo, si no vuelve... nunca lo fue''. Por supuesto fue todo muy controlado y a su debido tiempo y en un sitio cerrado donde no podría escapar... pero fue emocionante verle elegir volver a casa con nosotros por decisión propia. Gracias xicas por hacer guardia en ese polígono y hacer mi familia más bonita de lo que ya era.''

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